viernes, 14 de junio de 2013

Cuando la misión está perdida

Vemos el mundo pasar o nos involucramos en él, dos posturas que se pueden tomar en la vida. Si decidimos ir en búsqueda de la aventura el primer paso es reflexionar en nuestra misión en este planeta.

Una tarea dificil cuando el exterior nos ha bombardeado con el mensaje equivocado buscando placeres, estatus y otras condiciones que regalan un efímero momento de satisfacción y no el estado permanente de felicidad absoluta y paz. ¿Por qué estamos aquí y qué deseamos?

Preguntas“sencillas”, pero pocos saben contestarla con sensatez. Historias de vidas y talentos se han desperdiciado por no frenarse y darse la oportunidad de encontrar un verdadero sentido a si mismos. De hacerlo el aburrimiento, la depresión y la energía negativa bajarían sus índices casi mágicamente.

Algunos pensarían que no hay nada que hacen en un país como en el que vivimos, que es mejor pasar desapercibido y no involucrarse en nada. Su pensamiento es que la violencia, hambre, odio y cuanta energía negativa nos rodea no permite hacer más. Quizá es cierto que este contexto no es el mejor, pero en lo personal me cansé de sentir esa frustración de ver las crisis y asumí el papel de "contemplativa en la acción", al estilo de Ignacio de Loyola, aceptar que aquí vivo y trabajar en mi parte.

No esta en mi poder inmediato cambiar Guatemala o el mundo, pero si desde mi vida encaminarme a lo correcto y permitirle equilibrio a mi realidad. Me topo con pruebas enormes cuando veo niñas y niños violentados y otra serie de injusticias que reclaman soluciones inmediatas. ¿Qué me queda ahí? Enviar luz, pensamientos positivos y de amor, en espera que su historia no se repita en otros y que esa huella sane con los instrumentos legales o psicológicos que se han creado y en también se llegue al plano espiritual.

Hasta que no nos atrevamos a ver nuestro potencial de humanos no vamos entrar a explorar el cambio en sociedad. El cambio de ideas y acciones vienen lentas, pero se ven luces de gente comprometida. Los esfuerzos existen aisladamente, pero falta encontrar esa conexión y trabajar en ello, es el gran reto para no dejar que la vida siga sin proyecciones de cambios sustanciales.

Foto: www.houzz.com

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