Tu muerte trajo mucho dolor a mi alma y mi corazón Jennifer y sé que no fui la única. Es imposible que tu historia no le duela a Guatemala, el sufrimiento de tu vida, tres años llenos de terror en tu propio hogar.
Tu mamá ya fue sentenciada y hoy su pareja también está en juicio. La ley está caminando y esperamos que se cumpla para que tu asesinato no se olvide. Hace algunos meses me explicaban espiritualmente que somos almas con un cuerpo, pero no cuerpos con un alma. Ahí entendí que pase lo que pase con nosotros físicamente no toca nuestra esencia pura del ser, porque ahí nadie llega y siendo tu una niña, confío en que tu pureza siga en un posible cielo.
No encuentro consuelo todavía con tu partida. Trato de sentir a diario la comprensión de esta parte del alma, pero todavía estoy en ese caminar. Hoy solo quiero decirte que te amo y que donde te encuentres nos muestres el amor que hay dentro de ti, que el perdón es posible y que la justicia también permanece frente a este doloroso episodio.
Mi amor, tu historia refleja situaciones que pasan muchos seres humanos. Nos hace falta trabajar tanto para cambiar nuestro sistema, para que la paz venga en todas sus dimensiones y dejemos de matarnos, hacernos daño y perdernos en emociones vacías. Donde te encuentres la paz sea contigo Jennifer Vásquez Alquijay.
En otras vidas, en otros tiempos, en otros ciclos te encuentre y te lo diga de frente.
