Ha pasado más de una década desde que vivo en el área de la zona 11 de Mixco. En el instante que llegamos nos dijeron que el mercado estaba lejos y que era pequeño y una lista de etcéteras que ya no recuerdo.
La costumbre nos invitó a ir al mercado de La Florida. Un lugar muy grande y donde se encuentra de todo, una señora vende incluso el maíz triturado para mi sagrado atol quebrado. Claro que esas y otras exquisiteces las pruebo regularmente cuando alguno de mis padres va o si mi vecina nos hace el favor, muy de vez en cuando.
En lo personal he preferido ir al centro comercial que queda de paso en mi camino de vuelta a casa. Hoy decidí hacer algo distinto. Visité el mercadito local de Colinas de Minerva.
Encontré a Edgar con una selección perfecta de frutas, compré el pollo de granja fresco del local de Maylin, acelga para hacer guisadita con Adriana...y otro pecadito culinario...mmm y se me olvidaban las tortillas recién salidas del comal de unas jóvenes. A ellas no les pregunté el nombre porque adoré como hablaban Kiche' y se me fue el tiempo viéndolas aunque sólo entendí un par de palabras.
Me despedí con mis tortillas y les dije a ellas Maltyox (gracias), rieron mucho y yo también fui feliz. Me quedaron ganas de regresar. Me falta probar un jugo de naranja recién exprimido del local Punta del Este e imaginar que tal vez estoy tomándolo en aquella tierra Uruguaya, en frente de los dos océanos que se encuentran en ese sitio tan lejano y paradisiaco. Quisiera saber qué les inspiró a llamar el lugar así.
También debo encontrar un puesto cercano que repare bicicletas y aprender a regatear. En fin, me alegra haber roto paradigmas, intercambiado experiencias con vecinos cercanos y empezado a enterarme de qué maravillas me rodean. Buen provecho y feliz domingo.
Foto: La bendición de Dios para la semana, fruta fresca de Guatemala.