domingo, 24 de agosto de 2014

Rescatado de quién

He escuchado comentarios sobre cómo organizaciones y personas se preocupan por rescatar animales cuando existen niños, enfermos y otras necesidades en el planeta. A mi parecer hace falta distribuirse responsabilidades en todos los continentes, ordenarnos más porque al final todo es importante para convivir en armonía.

Así, quien cuida y busca apoyo para los niños sin casa tiene tan alto valor como aquellos que trabajan por darle una mejor oportunidad a las mujeres que sufren violencia o con aquellos que cuidan el planeta planteando proyectos de autosostenibilidad y respeto a la madre tierra.

Todos somos uno al final. Nuestro alrededor también lo es la basura o la limpieza de las calles, los bosques o las calles de cemento y hacer mejor cada espacio traerá recompensas para todos.

Los animales en la calle también tienen hambre, se enferman, pasan dolores y son seres vivos e invisibles que pocos ven. Pero no somos capaces muchas veces de asombrarnos con un cielo grandioso tampoco podríamos descubrir que los perros son agradecidos con un poco de agua o pan que se les dé y llegan a ser cuidadores naturales alertando del peligro...aunque más de una vez nosotros somos el propio peligro al tratarlos mal.

Qué pasaría si tomáramos un mejor control de los perros y gatos callejeros. Adoptarlos, darles un mejor lugar o de perdida ayudar también a estas organizaciones que están trabajando en bien de ellos.

En mi hogar es la primera vez que tenemos animales. Hoy hace un año exactamente ellos llegaron a casa, Chubby fue encontrada en un taxi por el Centro Histórico por Guate Unida por los animales y Blacky vino de una casa de “familia" por llamarle de alguna forma, los dos no tienen diferencia, han sido el mejor regalo de nuestras vidas y todos los días son ellos quienes nos salvan, nos acompañan, nos aman más que nadie y nos esperan para darnos de su felicidad.  No se trata sólo de rescatar animales...